Es un examen imagenológico que permite ver los órganos pélvicos vía abdominal. Se usan ondas sonoras para desarrollar una imagen de los órganos y de la estructura de la parte inferior del abdomen, la pelvis. Esta ecografía es muy común para observar el útero y los ovarios en pacientes que se encuentran gestando.
La ecografía pélvica abdominal es un examen imagenológico — referido al estudio clínico de las imágenes — que se usa con el fin de analizar todos los órganos ubicados en la pelvis, cavidad estrecha de la parte inferior del tronco y limitada por múltiples huesos. Al igual que en la ecografía transvaginal, en la que se introduce a la vagina una sonda, en la ultrasonografía pélvica —como también se le conoce en el ámbito especializado— se usará un transductor con gel para explorar esa zona femenina.
Al principio, la mujer se colocará una bata blanca para una mayor comodidad durante la prueba ginecológica y se acostará sobre la camilla. Las ondas de sonido del transductor serán recibidas y decodificadas por una computadora, en la que se reproducirá la imagen del abdomen y, gracias a ello, se guardará el registro de forma permanente.
Las zonas a revisar comprenden el endometrio; la vejiga, músculo membranoso que se relaciona con la uretra y el recto; el útero, el cual se comunica con las trompas de Falopio; los ovarios, dos glándulas pequeñas que se encuentran a ambos lados del útero y producen hormonas sexuales; y el cuello uterino en general, parte inferior del útero que termina en la vagina.
Si bien la ecografía pélvica no puede proporcionar información definitiva sobre algún tipo de cáncer, el ultrasonido ayudará a dar asistencia a ciertas afecciones de la zona femenina.
El ultrasonido apoyará en identificar si el endometrio, la capa mucosa que reviste el útero y que se engrosa en el ciclo menstrual a fin de albergar un embrión, presenta anomalías. Asimismo, la ultrasonografía detecta fibromas uterinos, tumores no cancerígenos alojados en el útero que brotan en la edad fértil de las mujeres. Estos crecimientos pueden ser de diversos volúmenes: tan pequeños que son difícil de ver, así como los grandes, que distorsionan las paredes uterinas. Es posible que, a través de su vida, la paciente jamás se entere de que tiene fibromas porque estos, a veces, no causan síntomas.
Con este procedimiento también se evalúa la posición de instrumentos intrauterinos de anticoncepción (DIU). Este dispositivo plástico tiene forma de T, mide 3 centímetros y debe ser colocado por una persona especialista al interior del útero. Antes de su alojamiento, es necesario llevar a cabo una prueba ginecológica de ecografía y descartar patologías que compliquen su uso, por ejemplo, una infección.
Del mismo modo, la ecografía de pelvis advierte sobre una enfermedad inflamatoria. Ocurre al tiempo en que bacterias de transmisión sexual se expanden desde la vagina hasta el útero, las trompas de Falopio o los ovarios. Si no se trata esta afección, podría provocar abscesos (bolsas de tejido infectado) o tejido cicatricial (fibra que se forma si una lesión destruye el tejido normal). Algunas mujeres no se dan cuenta de esta situación hasta que descubren que no pueden quedar embarazadas. Los síntomas son variados e incluyen: dolor en la parte baja del abdomen, fastidios fuertes durante el coito, sangrado vaginal fuera de lo común, flujo vaginal con olor insoportable y ganas frecuentes de ir a miccionar. Debes acudir inmediatamente a nuestro centro ginecológico en Lima si presentas fiebre por encima de los 38,4 °C, no retienes los alimentos o has vomitado a cada rato a lo largo del día. De hacer caso omiso a las señales de tu cuerpo, las consecuencias varían entre un embarazo ectópico, en el que el tejido cicatrizante impide que el óvulo fecundado viaje a las trompas de Falopio y se implante en el útero; la infertilidad, en otras palabras, no podrás quedar encinta; dolor crónico de la pelvis; y abscesos tubo-ováricos o recolecciones de pus, lo que te pondría en riesgo de muerte.
Otro signo de que andamos mal es la aparición de sangrado posmenopáusico (SUPM), incidente que puede ocurrir entre los 40 y 58 años de edad. Según el Instituto Nacional del Cáncer, el 9% de mujeres en esta etapa de la vida que fueron a un doctor a causa de un sangrado recibieron diagnóstico de cáncer de endometrio. El SUPM se teje de muchos factores (aunque también puede tratarse de nada serio): la terapia de reemplazo de hormonas, inflamación vaginal, estiramiento del endometrio, anomalías del útero, tumores fibroides, pólipos, entre otros.
Acude con toda la seguridad del caso a nuestro centro ginecológico en Lima y vela por tu salud con los mejores especialistas. Nos encargaremos de brindarte soluciones y consejos para que tu cotidianidad se desenvuelva con excelencia. Detectar tu problema a tiempo te puede librar de innumerables complicaciones o, incluso, salvarte la vida. No esperes más y visítanos: ¡el tiempo correcto es HOY!
No hay efectos que perjudiquen tu persona. Este examen no usa radiación, por lo que no vas a estar expuesta a ella.
Este procedimiento no ocasiona dolores en la paciente, tampoco produce incomodidades si se siguen las instrucciones del médico. Por ello, te recomendamos agendar una cita con una/o de nuestras/os mejores ginecólogas/os en Lima. Entendemos que en tu primera oportunidad te sientas nerviosa porque es una experiencia nueva. Sin embargo, recalcamos que, en ese mismo día, podrás regresar a tu casa y continuar con tus labores, sin ningún tipo de cuidado fuera de lo normal.
Aunque debemos esperar las indicaciones del ginecólogo, muchas veces se nos pide que mantengamos un ayuno de seis u ocho horas previo al proceso de indagación pélvica, con el objetivo de que ningún contenido sólido altere los resultados, por muy mínimo que parezca este detalle.
Como nos van a colocar gel con el transductor, es clave mantener la zona pélvica limpia, libre de cremas o pomadas que dificulten el trabajo del ginecólogo al momento de examinar las imágenes proyectadas en la computadora. Aparte de esto, recuerda siempre seguir las indicaciones del experto. Su único fin es darte los resultados más precisos al instante de comunicarte el diagnóstico.
No hay problema, pero sí existen ecografías que se deben realizar específicamente antes o luego del periodo.
Durante el embarazo, realizarse una ecografía pélvica no tiene por qué vincularse a ninguna clase de dolor, excepto el sentir el transductor por encima del abdomen, lo cual no afecta al bebé en lo absoluto.
Sí. En primer lugar, la obesidad mórbida interfiere con los resultados de una ecografía pélvica. También se toma en cuenta la presencia de bario en los intestinos tras haberse sometido a un procedimiento como el enema de bario, prueba diagnóstica por imágenes para observar la posición inferior del tubo gatrointestinal, que usa líquido lechoso. Sumado a lo anterior, influye el llenado insuficiente de la vejiga, pues ello ayuda a posicionar el útero y así se obtienen mejores imágenes por medio de la computadora. Finalmente, los gases intestinales obstaculizan el diagnóstico.
Sí, para revisar la próstata y la vejiga.
No. Si no estás embarazada, también puedes acudir al ginecólogo para practicarte una ecografía pélvica. El doctor evaluará si hay alguna anormalidad en tu zona pélvica y te informará de las consecuencias en el menor tiempo posible. De persistir alguna alteración, debes visitar a uno de nuestros ginecólogos en Lima. Recuerda que detectar tu afección a tiempo te puede beneficiar demasiado, incluso salvarte la vida. La mayoría de mujeres sufre complicaciones por animarse a ir al médico justo cuando los síntomas se vuelven insoportables. No te castigues a ti misma y toma cartas en el asunto ya.
Es precisa y los detalles que brinda ayudan a los expertos en ginecología a darte los más fieles resultados. Sin embargo, el ultrasonido es limitado debido a ciertos factores, como los gases intestinales. Aunque existen, esos casos suelen ser pocos. Por ese motivo, la precisión de este ultrasonido resulta fiable.
No necesariamente, pero es importante acudir al ginecólogo o ginecóloga desde joven y, sobre todo, cuando se inicia la actividad sexual. En el Perú, existe un tabú inexplicable acerca de este tema. Las mujeres sienten vergüenza de ser revisadas y van postergando la visita a los especialistas. En el peor de los casos, creen que las alteraciones en su cuerpo pasarán con el tiempo o son parte de su sugestión. No hay nada mejor que la opinión de un experto en la materia. Ir al ginecólogo no solo se vincula al hecho de tener más de 40 años o estar embarazada. También se relaciona con el amor propio, el querer ver felices a nuestros seres queridos por lograr un equilibrio en la salud.
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